Nary Ly nació en Camboya, se educó en Francia y hoy vive en un pueblo de España. Logró sobrevivir al genocidio de los jemeres rojos en los setenta, se convirtió en la primera científica de su país y también en la primera camboyana en correr una maratón en unos Juegos Olímpicos.
Una de las razones por las que Nary Ly se propuso clasificar a los Juegos Olímpicos Río 2016 fue para homenajear a las víctimas del genocidio e inspirar a la gente de su país. Su historia quedó plasmada en un libro que publicó en 2018 titulado “La Historia de Nary Ly, sobreviviente, científica, olímpica”.
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Cuando nació Nary Ly, Camboya estaba sumida en una guerra civil entre el ejército camboyano y los jemeres rojos. Después de cinco años de guerra los jemeres rojos se hicieron con el poder comandados por Pol Pot. Cuentan los expertos que su crueldad superaba a la de Hitler y Stalin.
Con 10 años Nary Ly logró escapar a Francia donde fue educada. Estudió la carrera de biología y se convirtió en la primera científica camboyana. Tras completar su doctorado y postdoctorado, se inscribió en una media maratón benéfica en Camboya para recaudar fondos para los niños con VIH.
Nary Li era la única corredora camboyana. Nunca antes había corrido y le fue bastante bien para empezar en el deporte del fondismo. Luego se lo tomó en serio y decidió pensar en grande: convertirse en la primera camboyana en correr una maratón olímpica. Los Juegos de Río 2016 eran su objetivo.
Participación en Río 2016
Su primer maratón la corrió con 37 años. Tenía que hacer en menos de tres horas, condición necesaria para recibir la invitación para ir a los Juegos. Fue entonces cuando decidió mudarse a España para entrenar. En la maratón de Valencia bajó de las 3 horas y logró la clasificación para Río por su país.
Sin embargo, no pudo cumplir el objetivo de bajar las tres horas en Brasil. En el km 7 sintió un dolor en el tendón de Aquiles. Le quedaban 35 km. “Era muy pronto para lesionarme. No sabía cómo iba a acabar. Pensaba: no voy a conseguir el tiempo que quiero, las 2 horas 50 que tenía como objetivo”, dijo.
“Así que voy a intentar acabar, llegar a meta, solo para demostrar que la voluntad de hacer algo supera los obstáculos y que si yo podía hacerlo, a pesar de la lesión y de mi edad, porque yo empecé muy tarde, los jóvenes también podrían hacerlo”, agregó.
Pese a que terminó en última posición con un tiempo de 3 horas 20 minutos y 20 segundos, solo participar ya fue una proeza. A Nary Ly no le bastó con sobrevivir a un genocidio y ser la primera mujer científica de su país, sino también en ser la primera camboyana en correr una maratón olímpica.