A solo tres horas para que de comienzo el choque de vuelta de octavos de final de Liga de Campeones, cerca de 600 aficionados del Eintracht Frankfurt que han viajado a Nápoles, pese a no poder acceder al estadio, se involucraron en altercados y caos en el centro histórico de la ciudad italiana.
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Cientos de aficionados ultras alemanes de Eintracht Frankfurt, encapuchados y vestidos de negro, lanzaron objetos y bengalas contra los policías en Nápoles.
La policía italiana respondió con el uso de gases lacrimógenos en el centro de Nápoles, en las que también se pudo ver un vehículo patrulla en llamas.
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Una facción radical del Nápoles lanzó también piedras y botellas contra los autobuses, rompiendo la ventana de uno de ellos, que trasladaban a aficionados del Eintracht Frankfurt desde la Piazza del Gesù Nuovo, en el centro de la ciudad.
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Estos actos violentos, concentrados en una plaza del centro histórico de Nápoles, se producen en el marco del veto de las autoridades locales a que los hinchas visitantes tuvieran entradas para este partido, por temor a disturbios.
Antes de los disturbios de la tarde, los aficionados del Eintracht Frankfurt se habían reunido junto a un hotel a orillas del mar y habían paseado por el centro de la ciudad, bajo vigilancia de las fuerzas del orden y de un helicóptero.
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Los hinchas del Eintracht Frankfurt fueron evacuados del centro de la ciudad de Nápoles, según la prensa italiana.
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El alcalde de Nápoles, Gaetano Manfredi, citado por la agencia italiana Ansa, denunció "devastaciones locas e inaceptables".
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El Eintracht Frankfurt y sus hinchas están desde la pasada temporada bajo estrecha vigiliancia por parte de la UEFA después de la invasión del terreno de juego y el uso de material pirotécnico en su Waldstadion, después de la clasificación de su equipo la final de la Europa League, tras eliminar al West Ham inglés en semifinales.
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Las autoridades italianas han calmado los enfrentamientos en Nápoles y su objetivo es ahora mantener tranquilos los aledaños al Estadio Diego Armando Maradona, en los que por ahora no ha habido signos de violencia.
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