El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reforzado su discurso migratorio, según documentos internos obtenidos por CBS News. Su administración ha comenzado negociaciones con países como Angola, Guinea Ecuatorial, Benín, Esuatini, Libia, Moldavia y Ruanda, con el propósito de establecer un sistema para llevar a cabo deportaciones masivas.
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Estas conversaciones buscan agilizar los procesos, sin considerar los lazos culturales, familiares o de residencia de los inmigrantes en Estados Unidos. En esta nota, te contamos más detalles sobre estas negociaciones. En esta nota, te compartimos más detalles.
Trump deportaría a este grupo sin importar su nacionalidad ni el historial migratorio
Este nuevo enfoque del republicano Trump está dando un giro significativo en su política de "tercer país seguro", que anteriormente se centraba solo en la región latinoamericana.
Ahora, los destinos potenciales de enviar fuera a los inmigrantes ilegales, se extiende hacia África y Europa del Este, sin considerar la nacionalidad o el historial migratorio de los involucrados. Con ello, Trump busca formalizar estos acuerdos y encontrar una respuesta frente a las deportaciones y la migración.
Vale resaltar que, la administración de Trump ha iniciado conversaciones sobre deportaciones con varios países, entre ellos México, Costa Rica, Panamá y El Salvador, donde se implementó un programa piloto que resultó en el envío de 300 inmigrantes venezolanos. No obstante, la nueva estrategia del gobierno contempla la posibilidad de deportar a inmigrantes hacia naciones sin vínculos directos con ellos, lo que ha suscitado preocupaciones entre defensores de los derechos humanos.
¿Cuáles son los posibles destinos para unas próximas deportaciones en EE. UU.?
Documentos revisados por CBS News revelan históricamente que, Angola, Guinea Ecuatorial, Benín, Esuatini, Libia, Moldavia y Ruanda se encuentran en la lista de posibles destinos para estas deportaciones.
La mayoría de estos gobiernos aún no han confirmado la existencia de negociaciones, aunque Guinea Ecuatorial ha rechazado rotundamente, a través de su embajada, cualquier conocimiento sobre acuerdos en desarrollo.