El mundo entero ha quedado conmocionado al enterarnos que un grupo de "terroristas" abrió fuego durante la celebración judía de Hanukkah en Bondi Beach, Australia. Los tiradores consiguieron asesinar a 11 personas y otras 29 heridas. Testigos señalan que los atacantes dispararon sin ser detenidos por 10 minutos, mientras que la policía afirma tener identificado a uno de los sospechosos.

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¿Un crimen de odio?
En medio de las denuncias de una supuesta alza en el antisemitismo en Australia, dos sujetos, uno de los cuales, de acuerdo a las imágenes, portaba una escopeta, la cual disparaba desde un puente con vista al evento. La policía tiene identificado a Naveed Akram como uno de los tiradores, de acuerdo a varios medios australianos.
Una de las cosas más extrañas de este suceso, de acuerdo a lo reportado por testigos de la masacre, es que los tiradores actuaron impunemente durante 10 minutos sin ser detenidos cuando habían policías en las cercanías, teniendo en cuento que el hecho tuvo lugar al promediar las 5:00 p.m. hora local. El New York Post rescató el testimonio de un sobreviviente judío-australiano: "Veinte minutos con cuatro policías allí, nadie respondió al fuego. Nada, como si estuvieran congelados (...) Cuatro policías no respondieron al fuego. No entiendo por qué", para luego afirmar que los tiradores apuntaban "a todos. Judíos, hombres, ancianos, niños, a todos".
Pero, no fue la policía quien hizo algo por detener la masacre, sino un civil, un vendedor de frutal que desarmó a uno de los tiradores. Pero, cuando la policía reacciona y responde al fuego, uno de los asesinos que iba vestido de negro cae al suelo. Rato después, las imágenes muestra al otro atacante rodeado por policías mientras grita "¡No disparen!"
Condena total tras el atentado
Tras conocerse la trágica noticia, Chris Minns, primer ministro de Nueva Gales del Sur, dijo: "Esta noche vimos fuertes actos de coraje y valentía personal por parte de individuos de nuestra comunidad, y creo que vale la pena recordar que dentro de todo este mal, en toda esta tristeza, todavía hay australianos maravilloso y valientes que están dispuestos a arriesgar sus vidas para ayudar a un completo desconocido".
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, también se manifestó: "Este es un ataque dirigido contra los judíos australianos en el primer día de Hanukkah, que debería ser un día de alegría, una celebración de la fe. Un acto de antisemitismo perverso, un acto de terrorismo que ha golpeado el corazón de nuestra nación. Un ataque contra los judíos australianos es un ataque contra todos los australianos, y esta noche todos los australianos estarán, como yo, devastados por este ataque a nuestra forma de vida".
Sin embargo, la policía encontró explosivos improvisados en el vehículo de uno de los tiradores y, casi de inmediato, el tiroteo fue enmarcado contra la comunidad judía ya que en dicho evento se congregaron unas 1,000 personas de este origen para celebrar el Hanukkah, por lo que se cree que fue algo deliberado contra dicha comunidad: "Este ataque fue diseñado para atacar a la comunidad judía de Sídney el primer día de Hanukkah. Lo que debería haber sido una noche de paz y alegría celebrada en esa comunidad con familiares y simpatizantes se ha visto destrozada por este horrible y malvado ataque".
¿Qué pasó con los tiradores?
Según revela el New York Post, uno de los presuntos pistoleros habría muerto durante la respuesta de la policía, mientras el otro está bajo custodia, pero en estado crítico, mientras que la casa de Akram fue allanada por la policía, además de agregar que uno de los hombres se encontraba en la lista de vigilancia de la Organización de Inteligencia de Seguridad de Australia (ASIO), pero no estaba considerado como una "amenaza inmediata".
Para Sky News, el codirector ejecutivo del Consejo Ejecutivo del Judaísmo Australiano, Alex Ryvchin, comentó al respecto: "Si nos atacaron deliberadamente de esta manera, es de una magnitud que ninguno de nosotros podría haber imaginado jamás. Es algo horrible".