Era la tarde del domingo 7 de abril del 2002 y el lonche nunca se sirvió. Caía la noche fresca con algo de viento ligero en el Rímac y pocos eran los que se animaban a sacar la tazas y mandar a comprar el pan. Había cólera, indignación e impotencia por una paliza que 14 mil 138 espectadores acababan de presenciar en vivo y en directo desde las graderías del Alejandro Villanueva. Pero era aún peor, la paliza contemplaba un 5-1 en el que, encima, Flavio Maestri y Manuel Marengo fueron expulsados sin contemplación. Paulo Autuori tampoco probó bocado alguno esa noche.
A la mañana siguiente, según cuentas los medios de entonces, el técnico brasileño decidió aplicar una medida no tanto desesperada, pero sí radical. El equipo no venía bien pese a sus numerosas figuras y el brasileño ya tenía anotado en una lista los nombres y apellidos de cinco jugadores a quienes considerada expectorables con urgencia.

Autuori tenía todo el respaldo de la directiva rimense pese a que en esa lista resonaban figuras estelares. El 5-1 de Matute, sin embargo, aceleró las decisiones y se convirtió en respaldo absoluto al técnico.
La derrota, además, era una excusa potente para justificar daños colaterales. Un sacrificio de héroes que podía considerarse válido para recuperar el norte antes de que fuese demasiado tarde.
Y así, sin previo aviso, el anuncio en la sede del Rímac levantó polémica y se convirtió en una decisión muy controvertida que ocupó varias semanas en su discusión. Autuori había decidido dar por concluida la relación con cinco jugadores representativos, uno de ellos era Jorge Soto, el Camello.
La lista la completaban el arquero Miguel Miranda, Jean Ferrari, Jorge Huamán y Manuel Marengo. Aquí un detalle que también puede ser anécdota. La versión que recogió Deporte Total es que aquellas horas latentes en el Rímac que la mayoría de quienes integraban esa lista ya se esperaban un desenlace similar.
Sin embargo, hubo algún otro que no tenía ni idea de que estaba incluido en la lista de Autuori. Mucho menos porque había sido titular en los últimos partidos de la temporada y aunque no era protagonista, siempre era tomado como referencia.
Uno de ellos fue Jean Ferrari, quien posiblemente hasta ahora no comprende su salida de ese Sporting Cristal que, meses después, lograría coronarse campeón nacional. Ferrari era titular y parecía competente para una urgente reconstrucción del camerino. Sin embargo, tuvo que irse.

A quien si perdonaron fue al Camello Soto tuvo la oportunidad de dialogar con Autuori y luego de entender y comprometerse con el proyecto, se quedó. Hoy, Soto parte del cuerpo técnico y dirigió el último domingo. Seguramente se volverá a cruzar con el brasileño en estos días por los pasadillos del Rímac.
Seguramente pisarán la misma cancha y tendrán un largo diálogo en el que, entre anécdotas y comentarios diplomáticos, recordarán la vez en que ambos fueron protagonistas de la lista negra más efectiva del fútbol peruano.

**************
Gana increíbles premios con la Suscripción del Hincha. ¡Apoya a tu equipo favorito y vive la pasión de la Copa como nunca antes! Da click AQUÍ