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Desde octubre pasado, cuando Fernando Gago -un hombre de la casa con 199 partidos y nueve títulos con la camiseta azul y oro- tomó las riendas del equipo, Boca quiere dejar de ser ese club inestable para sostenerse en un proyecto largo, estructurado, serio.
Con espalda para hacer y deshacer en Casa Amarilla, el exvolante ha sorprendido a todos en Argentina con su rigurosos métodos en busca de encontrar la mejor versión física de sus dirigidos, algo que también hizo por su paso en Racing, club donde dirigió a Paolo Guerrero. En 2023, los caminos de ambos se cruzaron en Avellaneda. Y, según la prensa argentina, tuvieron “una relación tensa”.
“Paolo considera que el entrenador no lo está valorando”, reveló en su momento el medio partidario “La Comu de Racing”. “Paolo en un momento se sintió bastardeado por Gago, porque no le hablaba, porque mandaba a los ayudantes. ¿Y qué hizo? Decidió ir a hablar con el entrenador”, contó en otra oportunidad el periodista Flavio Azzaro, hincha confeso de ‘La Academia’. Con ‘Pintita’ en el banco, Guerrero disputó 22 partidos, aunque solo en ocho fue titular y en diez pasó la media hora de juego.
No se sabe si fue el caso de Paolo, pero el atacante Luciano Vecchio fue otro de los ‘borrados’ por Gago. El motivo fue físico. El técnico -cuentan los que trabajaron con él- es un obsesionado por el peso de sus jugadores. Y esa particularidad es lo que está implementando en el Boca Juniors de Luis Advíncula.
La obsesión de Gago
Desde que llegó, tomó la balanza y la hizo parte del día a día. Fernando Gago y su comando técnico hacen un control de peso semanal e incluso diario en los momentos de competencia. “Es muy disciplinado y, tanto él como su cuerpo técnico, tienen el pesaje como algo primordial”, nos cuenta desde Argentina, Leandro Aguilera, periodista que sigue el día a día del ‘Xeneize’ desde hace años.
“Todo jugador que llega a la institución para un entrenamiento o ahora en pretemporada pasa por la balanza. A las 7:30 de la mañana es el horario. Y no debe excederse más de 300 gramos. Si lo hace, el jugador para a estar en la no consideración del técnico hasta que baja esa cantidad de gramos”, añade.
Gustavo Pereyra, de “Mundo Xeneize”, cuenta que Gago hizo un estudio minucioso a cada jugador en primer día que se puso el buzo de Boca. “El que se excede en más o menos, en peso, pierden consideración. Los dos ejemplos más claros fueron Marcos Rojo y Frank Fabra, que no jugaron hasta que no pesaron lo que el estudio indicaba como ideal”.
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