LEE: ¿Cómo quedó el vestuario de Alianza tras el heroico gol de Barcos, el goleador histórico que Navarro prescindió antes de los playoffs?
Tampoco lo hicieron quienes toman las decisiones. Los responsables de construir una atmósfera más rancia que sana alrededor del plantel y el comando técnico. Los que asumieron la voz de mando y tocaron puertas para buscar una exposición positiva cuando el equipo avanzaba de ronda en la Copa Libertadores y luego en la Sudamericana.
¡Gracias por suscribirte a Íntimo Sentido!
Tu inscripción ha sido confirmada. Recibirás nuestro newsletter en tu correo electrónico. ¡Esperamos que disfrutes del contenido!
Lamentamos verte partir.
Tu suscripción ha sido cancelada y ya no recibirás más nuestro newsletter en tu correo electrónico. Si cambias de opinión, siempre serás bienvenido de nuevo.
¡Gracias por habernos acompañado!
Newsletter exclusivo para suscriptores

Pero cuando sucede lo que sucedió anoche, silencio. Ninguno de los Navarro, papá e hijo, dijo presente ante la ausencia del entrenador en la conferencia de prensa post partido. Nadie.
Eligieron no estar cuando más debió sentirse su rol como cabeza. ¿Por qué? Quizás en las próximas horas se clarifique el escenario inmediato en el que deberá navegar Alianza Lima en los últimos días del año, un 2025 que parecía ser heroico por lo hecho a nivel internacional, pero que terminó quebrándose por el triste desenlace a nivel local.

Según ha podido conocer este Diario, Néstor Gorosito no continuará en Alianza Lima. Pese a que hasta horas antes del partido el discurso en la gerencia de Alianza Lima era que el argentino se quedaba pase lo que pase en la llave con Sporting Cristal, el desenlace final ante los celestes no resiste mayor respaldo y de inmediato la decisión de ponerle punto final al trabajo del ‘Pipo’ se puso en marcha.
Rodará la cabeza de Gorosito y así se esperará que la calma vuelva. La responsabilidad del resultado es absolutamente suya. Con un 3-1 a favor en casa, en Matute, no supo cerrar el partido y asegurar el resultado. Ninguno de sus tres cambios a falta de 20 minutos del final dio resultado. Falló cuando tenía todo a favor para salir victorioso. Eso, deportivamente, es imperdonable. Para el hincha y para quienes toman las decisiones en el club.
Gorosito, que entre buenos y malos resultados, repitió hasta el hartazgo que su renovación ya estaba resuelta, perdió la manija y la capacidad de llevar al éxito a posiblemente el plantel más caro del fútbol peruano. Hoy Alianza Lima ni siquiera es segundo o tercero, cierra el año cuarto. Cuarto y sin títulos por tercer año consecutivo. Peor aún, la crisis del éxito se agudiza por la bonanza del rival de siempre: el tricampeonato crema.
Pero así como Gorosito insistía con su renovación fuera de tiempo, los directivos repetían que Gorosito firmaba mañana mismo. Sin haber ganado nada, sin ningún título ni cupo asegurado. Peor aún, hubo la gran idea de definir la no renovación de Hernán Barcos sin que el año deportivo haya terminado.

Y la gran idea terminó siendo una bomba de tiempo. Dividió a la hinchada, enrareció el camerino y dio pie a que las redes sociales y los opinólogos de Youtube elaboren teorías sobre las razones y los porqués del momento elegido para decidir públicamente que el ‘Pirata’ no seguiría.
Peor aún fue cuando Barcos anotó el empate, salvó a Alianza Lima de la caída en el 1-1 de la ida. ¿Qué hubiera pasado si era Barcos el héroe de esta segunda final y hoy Alianza amanecía pensando en el partido ante Cusco FC?
Como dijo Pedro Ortiz Bisso en una reciente columna, el fracaso ante Cristal hará que la decisión sobre Barcos pese aún más. ¿Quién más asume la responsabilidad además de Gorosito? Posiblemente nadie. En los próximos días más de un jugador empezará a hacer maletas. Mientras, los Navarro, hijo y padre, seguirán trabajando en la planificación de la siguiente temporada y, muy probablemente, en el perfil del nuevo entrenador.
