Los inmigrantes bajo la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) se encuentran en una situación más complicada, esto luego de una reciente orden emitida por el gobierno estadounidense.
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Según el informe de un medio de comunicación reconocido, esta nueva política restringirá el acceso a la libertad bajo fianza para estas personas durante el proceso de resolución de su estatus migratorio, lo que podría empeorar su situación legal y personal.
Millones de inmigrantes no podrán salir libres
Los procesos de deportación dentro del país pueden durar meses o incluso años. Bajo el mandato de Donald Trump, se busca que todo inmigrante en situación irregular que sea detenido permanezca bajo custodia durante todo ese periodo. De acuerdo con The Washington Post, un documento de ICE señala que millones de indocumentados son “inelegibles” para las audiencias de libertad bajo fianza mientras se gestionan sus casos en los tribunales.
En un documento anterior, el director interino de ICE, Todd M. Lyons, aclaró que los Departamentos de Seguridad Nacional y de Justicia habían revisado esta posición legal sobre las facultades de detención y liberación. Con ello, se determinó que las personas extranjeras que ingresaron de forma ilegal "no pueden ser liberadas de la custodia del ICE", salvo casos excepcionales, los cuales quedarán a criterio de un oficial de inmigración y no de un juez.
Hasta antes de esta orden gubernamental, miles de residentes extranjeros en situación irregular solicitaban audiencias ante un magistrado migratorio, aunque esta posibilidad no se otorgaba a quienes hubieran sido condenados por delitos graves. Lyons admitió que este cambio será impugnado en los tribunales y exhortó a los fiscales de ICE a "presentar argumentos alternativos para apoyar la continuación de la detención" en las oficinas legales.
¿Por qué se aplica esta medida?
Esta nueva norma se fomentó después que el Congreso aprobará el megaproyecto de ley impulsado por el jefe de Estado norteamericano. Dentro de este paquete de normas se incluyen 45.000 millones de dólares destinados a que la agencia migratoria ICE construya nuevos centros de detención para extranjeros y pueda ampliar sus operaciones.
La inversión permitirá que este departamento duplique su capacidad carcelaria hasta alcanzar las 100.000 personas cada día. Actualmente, se arrestan aproximadamente 56.000 personas, en concordancia con el objetivo del presidente de deportar a un millón de ciudadanos extranjeros en su primer año de mandato.