Para muchos, son los mejores quarterbacks que tiene la NFL en esta década, por lo que suelen ofrecerle mucho sabor a la temporada… y están en riesgo de quedarse fuera de los partidos más emocionantes de cada año.
La posibilidad de una postemporada sin la presencia de algunas de sus figuras más dominantes en la Conferencia Americana se presenta como un presagio inusual. Patrick Mahomes, Joe Burrow y Lamar Jackson, tres quarterbacks considerados entre la élite de la Liga en los años de 2020 (Mahomes y Jackson tienen dos premios de MVP cada uno, en tanto Burrow tiene dos Regresos del Año), enfrentan panoramas complejos que podrían derivar en unos playoffs atípicos.
Y hay otros casos que, aunque están en una zona más tranquila, no dejan de tener cierto peligro de quedarse fuera de esta contienda por el Super Bowl LX: Josh Allen, líder de Buffalo Bills y actual MVP de la NFL, además de Jalen Hurts, que capitanea a los Philadelphia Eagles en busca del bicampeonato y fue el MVP del Super Bowl LIX, también estarían en riesgo, aunque en menor medida que otros lanzadores.
Kansas City Chiefs: el declive del imperio
La presencia en playoffs de los Kansas City Chiefs y Patrick Mahomes, una constante desde 2018, año en que el 15 tomó la titularidad, ha mostrado grietas significativas en la presente campaña. Una situación preocupante para un equipo que ha dominado desde 2020, con la conquista del primero de los tres trofeos Vince Lombardi que tiene el egresado de Texas Tech.
Con un récord que se mantiene en una zona de riesgo (actualmente 6-7, ubicados en el décimo lugar, fuera de los siete puestos de playoffs de la AFC), la posibilidad de una eliminación temprana es una realidad que desafía su narrativa de poder en la NFL.
Con una probabilidad del 12 por ciento para calificar (de acuerdo con la NFL), el escenario de su exclusión se fundamenta en dos puntos: el rendimiento propio y el avance de los rivales directos en la AFC Oeste y la carrera por el comodín.
Es un hecho que los Chiefs no conseguirán el título divisional. Los Denver Broncos (11-2) y Los Angeles Chargers (9-4), con mejores marcas a la fecha, son los únicos que quedan en la pelea por la AFC Oeste, una división que KC controló de forma ininterrumpida de 2016 a 2024.
Por lo tanto, los Chiefs (6-7) están obligados a ganar el resto de sus partidos, incluyendo los compromisos cruciales contra los Chargers y los Broncos, pero aún con esto, su destino queda a merced de los resultados externos.
Los Kansas City Chiefs quedarían eliminados si pierden este domingo ante Los Angeles Chargers y se da alguna de las tres combinaciones siguientes: ganan Buffalo Bills ante New England Patriots, Jacksonville Jaguars se impone a New York Jets y Houston Texans derrota a Arizona Cardinals; si Buffalo gana, lo mismo con Jacksonville e Indianapolis Colts se impone a Seattle Seahawks; o si Bills, Texans y Colts triunfan, recordando que son combinaciones con un descalabro de KC.
Esto se debe a que los Chiefs se verían superados en la carrera por el comodín, ya que una derrota no solo pondría a los Chargers con 10 victorias, también le daría los criterios de desempate a los angelinos al ganar los dos partidos; ante Buffalo (9-4), también habría criterio de desempate por el partido directo que ganaron los Bills, situaciones idénticas a las de Jacksonville (9-4) yHouston (8-5), ya que sí le ganaron a Indianápolis (8-5).
Una marca máxima de 10-7 para Kansas City (ganando sus últimos cuatro juegos) podría ser insuficiente si al menos tres de los equipos mencionados (Chargers, Colts, Bills, Texans, Dolphins) alcanzan 11 victorias o terminan 10-7 con mejores criterios de desempate.
En otras palabras, cualquier derrota adicional de los Chiefs, combinada con victorias de dos o tres de los equipos en la burbuja de la AFC (Bills, Colts, Texans, Dolphins), sellaría su inesperado fracaso. Unos playoffs sin Mahomes sería el titular más impactante de la temporada.
La misión imposible de Joe Burrow
El panorama de los Cincinnati Bengals es el más sombrío entre los equipos analizados. Con un récord de 4-9, sus posibilidades se han reducido a un escenario de remota improbabilidad, una misión imposible que requiere un colapso dramático de sus rivales divisionales y de comodín.
La derrota ante Buffalo en la Semana 14 dejó a los Bengals con solo una probabilidad de playoffs estimada en cerca del 2 por ciento, según el simulador de la Liga. Su margen de error es inexistente: deben ganar todos sus partidos restantes y esperar un milagro.
El escenario de su eliminación se concreta con una sola derrota adicional, ya sea ante Baltimore Ravens este domingo, contra Miami Dolphins, Arizona Cardinals o Cleveland Browns. Sí, son rivales que en el papel parecen accesibles, pero lo máximo a lo que aspiran los Bengals es a un 8-9.
Una sola derrota los dejaría con un récord de 7-10 como más decente, lo que eliminaría cualquier posibilidad de clasificar por medio del comodín (Houston ocupa la séptima plaza con 8-5, incluso este camino se cierra si los Texans ganan el domingo).
La vía más accesible es por medio de la AFC Norte, ya que si terminan con marca de 8-9, necesitan que Pittsburgh Steelers (7-6) termine 8-9 o peor y que Baltimore Ravens (6-7) termine 8-9 o peor, beneficiándose de los criterios de desempate de terminar 7-1 en la división.
Si los Steelers ganan al menos dos partidos más, superarían el máximo récord posible de los Bengals, eliminándolos; si los Ravens ganan dos partidos más (llegando a 8-9) y vencen a los Bengals en su enfrentamiento directo, todo dependerá de quién haya ganado más partidos entre equipos de la AFC Norte, entre partidos en común, de la AFC, por la fortaleza de victoria fortaleza del programa y otros criterios aún más específicos, que van por la mejor calificación combinada entre los equipos de la conferencia en puntos marcados y puntos concedidos, la mejor calificación combinada entre todos los equipos en puntos marcados y puntos concedidos, mejores puntos netos en partidos en común, mejores puntos netos en todos sus partidos, mejores touchdowns netos en todos los partidos o, de ser necesario, un sorteo.
Para Joe Burrow, la frustración de una temporada marcada por las lesiones, la inconsistencia y el bajo rendimiento general del equipo lo dejaría al margen de enero por tercer año consecutivo, confirmando que incluso el talento generacional de un quarterback como él no puede superar una desventaja de cuatro o más juegos al inicio de la recta final.
El descenso de Lamar Jackson en la AFC Norte
A pesar de tener un récord de 6-7, Lamar Jackson y los Baltimore Ravens se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad que sus números sugieren, especialmente en una AFC Norte muy impredecible. Una racha de derrotas o la pérdida de juegos cruciales contra rivales divisionales podría hacer descarrilar sus aspiraciones, con un 34 por ciento de posibilidades de calificar.
Al igual que Cincinnati, los Ravens dependen en gran medida de ganar la división, aunque la carrera por el comodín aún les ofrece una vía. Actualmente por debajo de los Steelers (7-6), el margen de error es escaso.
Si los Steelers ganan dos o tres de sus partidos restantes (potencialmente contra Miami Dolphins, Detroit Lions, Cleveland Browns o el último contra Ravens) podrían asegurar una marca de 9-8 o 10-7, con lo que los Ravens se verían forzados a buscar un puesto de comodín.
El calendario restante de Baltimore incluye a Cincinnati Bengals, New England Patriots, Green Bay Packers y Pittsburgh Steelers. Una marca final de 8-9 o incluso 9-8 podría no ser suficiente debido al criterio de desempate de la AFC, donde ya han sufrido varias derrotas, dependiendo del colapso de Chargers, Bills, Texans, Colts y hasta Chiefs y Dolphins.
Si Ravens termina 8-9, quedaría muy por detrás de los posibles 10-7 o 11-6 que puedan conseguir los comodines; si termina 9-8, necesitaría que dos de los equipos con 8-5 (Colts, Texans, Bills) sufran derrotas que los dejen en 9-8 con peores desempates, o que los Chiefs y Dolphins (6-7) no superen las nueve victorias.
Una postemporada sin Lamar Jackson, el artífice de una de las ofensivas más singulares de la NFL, se daría si los Steelers mantienen su ritmo y al menos tres equipos de comodín (Chargers, Colts, Bills, Texans) aseguran una marca de diez o más victorias, cerrando la ventana para Baltimore.
Los Eagles y los Bills no están en zona segura
Su situación no es caótica al nivel de Mahomes, Burrow y Lamar, pero Jalen Hurts y Josh Allen están lejos de sentirse en un territorio igual de amenazante.
La posibilidad de unos playoffs sin algunas de las principales estrellas de la AFC se agrava con el riesgo que se asoma sobre dos figuras de alto perfil en sus respectivas conferencias.
La crisis de Jalen Hurts y los Eagles los metió en un problema
A pesar de haber mantenido el liderato de su división por gran parte del calendario, los Philadelphia Eagles (8-5) han mostrado vulnerabilidad en semanas recientes, permitiendo que los Dallas Cowboys (6-6-1) se acerquen peligrosamente en la NFC Este.
El riesgo para los Eagles no es la postemporada en sí, que aún mantienen con una alta probabilidad, sino perder la división y quedar fuera de los comodines. Si los Cowboys ganan sus últimos cuatro juegos (van contra Minnesota Vikings, Los Angeles Chargers, Washington Commanders y New York Giants) y los Eagles pierden al menos dos (se miden a Las Vegas Raiders, Washington Commanders dos veces y a Buffalo Bills), los Cowboys podrían llevarse la división por un margen de una victoria o por desempate.
Si los Eagles caen al puesto de comodín y pierden sus últimos partidos, su marca se volvería vulnerable ante equipos como Green Bay Packers (9-3-1), San Francisco 49ers (9-4), Chicago Bears (9-4), o incluso un resurgimiento de los Detroit Lions (8-5). Los desempates se vuelven cruciales. Si los Eagles terminan 9-8, por ejemplo, y otros dos equipos de comodín terminan 10-7, serían eliminados.
Para Jalen Hurts, no llegar a playoffs se definiría por perder la NFC Este ante Dallas y ser superado por la marca de victoria de los contendientes por el comodín, un escenario que, aunque menos probable que en la AFC, es matemáticamente posible si la racha negativa persiste.
Josh Allen y el colapso tardío
Los Buffalo Bills (9-4), a pesar de un mejor récord que los Chiefs y Ravens, aún no han asegurado su cupo y un colapso tardío podría dejarlos fuera, lo que sería un fracaso mayúsculo para el equipo dirigido por el head coach Sean McDermott.
Históricamente, han sido de los equipos más seguros en la AFC en los últimos años, pero la competitividad de la conferencia mantiene la tensión y en un año en el que sus máximos rivales viven momentos bajos, no se ha reflejado en un dominio de la Conferencia Americana, en donde los Denver Broncos y New England Patriots (11-2 cada uno).
De por sí es sorpresivo que no estén en la cima de la AFC Este por sexto año consecutivo, y aunque tienen posibilidades si derrotan este domingo a los Patriots, los de Foxborough todavía tienen cierto margen para ser líderes divisionales.
Aunque las probabilidades están a su favor (cercanas al 97%), su eliminación se centraría en ceder ante los contendientes directos. Si los New England Patriots mantienen su ritmo, la división es prácticamente suya, forzando a Buffalo a jugar por el comodín.
Los Bills necesitan dos victorias más para asegurar un comodín, pero si pierden tres de sus últimos cuatro juegos (llegando a 10-7) y al menos cuatro equipos (Chargers, Colts, Texans, Dolphins, Chiefs) alcanzan o superan esa marca, los desempates serían la clave.
Los equipos que empatan con 10-7 podrían superarlos por desempate de Conferencia o enfrentamiento directo. Un escenario de triple o cuádruple empate por los puestos 5, 6 y 7 de la AFC podría dejar a los Bills fuera, especialmente si los equipos divisionales logran robar victorias clave.
La exclusión de Josh Allen, una de las figuras más atléticas y productivas de la NFL, se daría si la AFC demuestra una profundidad inusual en sus marcas finales, dejando al equipo con un récord competitivo, pero insuficiente.
¿Se cumplirá el trágico final de temporada para algunos quarterbacks talentosos? ¿Es tiempo de que jóvenes como Drake Maye y Bo Nix tomen la batuta de control en la AFC? Lo descubriremos en las próximas semanas.
RGS