A partir de finales de 2025, el sistema de asilo en Estados Unidos enfrentará uno de los ajustes más delicados de los últimos años. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en coordinación con el Departamento de Justicia, implementará una regulación que afectará directamente a miles de inmigrantes que buscan protección bajo el derecho de asilo.

Nueva norma de asilo político entra en vigor.

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Las modificaciones, ya confirmadas en documentos oficiales, introducen nuevos criterios vinculados a la seguridad nacional y la salud pública, lo que podría excluir del proceso a ciertos solicitantes.
¿Quiénes podrían quedar excluidos del asilo en Estados Unidos tras el nuevo cambio del DHS?
A partir del 31 de diciembre de 2025, entrará en vigor una versión ajustada de la denominada Regla Final sobre Prohibiciones de Seguridad y Procesamiento, una normativa que redefine aspectos clave de la ley de asilo en Estados Unidos. Aunque esta regla fue promulgada originalmente en 2020, su aplicación se había postergado durante varios años debido a disputas legales y a procesos de revisión interna.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) confirmó recientemente que la norma se implementará, aunque con un alcance más limitado. En particular, se eliminaron varios procedimientos administrativos, manteniéndose únicamente aquellos vinculados a la seguridad nacional y a emergencias de salud pública.
Esto significa que los inmigrantes que sean considerados un posible riesgo sanitario durante una emergencia oficialmente declarada podrían ser declarados inelegibles para el asilo o para la suspensión de la deportación, incluso si cumplen con otros requisitos legales.
Según explica el propio gobierno en información oficial publicada por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, "la elegibilidad para beneficios migratorios puede verse afectada cuando existen consideraciones de salud pública o de seguridad nacional que así lo justifiquen".
Este punto resulta especialmente sensible porque amplía la discrecionalidad de las autoridades migratorias para negar la protección internacional, lo que genera preocupación entre expertos en derecho de asilo.
Pausa en las decisiones de asilo y creciente preocupación entre inmigrantes y defensores legales
El cambio normativo llega acompañado de otra medida que ya está teniendo efectos concretos. A comienzos de diciembre de 2025, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos anunció una suspensión administrativa en la emisión de decisiones finales sobre las solicitudes de asilo.
Bajo esta directriz, todos los formularios I-589, utilizados tanto para solicitar asilo como para pedir la suspensión de la deportación, quedaron en pausa indefinida. Aunque el USCIS seguirá recibiendo solicitudes y realizando entrevistas, no se están emitiendo resoluciones finales.
En palabras de la propia agencia: "USCIS continuará aceptando y procesando solicitudes, pero ciertas determinaciones finales permanecerán pendientes hasta nuevo aviso".
Abogados de inmigración y organizaciones de derechos humanos advierten que esta situación genera incertidumbre jurídica, prolonga los tiempos de espera y deja a miles de solicitantes en un limbo migratorio, sin claridad sobre su futuro en Estados Unidos.
Este endurecimiento se inscribe en un contexto más amplio de presión sobre el sistema migratorio estadounidense, marcado por el aumento de los cruces fronterizos y por un debate político cada vez más polarizado en torno al asilo y la seguridad.
Las nuevas reglas del DHS refuerzan una tendencia hacia criterios más restrictivos, similares a los utilizados durante la pandemia, cuando las razones de salud pública se emplearon para limitar el acceso de inmigrantes al territorio y a las protecciones legales.