Pitbull Cruz reconoce que Canelo Álvarez le dio un giro al boxeo

Con los guantes puestos, pero sin rodeos, Isaac “Pitbull” Cruz habló en entrevista para Grupo Multimedios como lo que es: uno de los rostros más sinceros del boxeo mexicano actual. En entrevista, el capitalino ofreció su visión sobre tres nombres que hoy dividen la conversación entre la afición: Saúl “Canelo” Álvarez, Armando “Toro” Reséndiz y Jaime Munguía.

Sobre Canelo, Pitbull no se anduvo con rodeos. Reconoció el peso del tapatío en el cambio generacional del estilo mexicano. Sin maquillaje, lo dijo así: “Ahora sí que muchos lo pueden criticar muchos lo pueden caer bien pero creo que lo que hace dentro del ring no ha sido para nada malo. Creo que es un debate muy muy complejo porque él vino a hacer un cambio pues radical a lo que estaba uno acostumbrado al estilo mexicano de ir a las guerras, terminar ensangrentados, terminar cortados, terminar con una caída y él fue el que vino a darle el giro a ese estilo mexicano de llevar las peleas un poco a la distancia, pero con más movilidad de piernas, de cintura, de más contra golpeo, de si en ocasiones ir al choque, pero creo que él vino a hacer ese cambio”.

Pitbull, quien ha construido su propia carrera desde el barrio hasta los grandes escenarios estadounidenses, no rehúye a reconocer lo que muchos prefieren omitir: Canelo cambió el paradigma. Ya no se trata solo de aguantar castigo, sino de pelear con inteligencia. “Vino a darle el giro”, insiste.

También hubo espacio para celebrar a quienes han remado contra corriente. Tal es el caso de Armando Reséndiz, a quien Pitbull no solo respeta, sino que admira por haber vencido las probabilidades:

“Sí lo hemos visto a Armando Reséndiz y bueno, algo como lo que a muchos mexicanos les ha pasado: que llevan todas las de perder. Pero afortunadamente él sí se pudo coronar, a él sí le dieron la victoria contra Caleb Plant. Y bueno, qué bueno por él porque pues sí pudo aprovechar, le fue satisfactoria la victoria y bueno pues qué bueno que el Toro Reséndiz pudo poner una vez más el nombre de México en lo más alto. Y bueno, qué mejor de ganarle a un gran hombre como lo fue Caleb Plant”.

Sin soberbia, pero con una clara identificación emocional, Pitbull celebró a un compatriota que logró lo que a muchos se les ha negado. Una especie de redención en guantes mexicanos.

Finalmente, habló de Jaime Munguía, envuelto en polémicas recientes y bajo el escrutinio de los organismos:

“Pues ahora sí que cada cabeza es un mundo. Cada quien sabe lo que hace, lo que no hace, lo que se mete, lo que no se mete. Y que al final del día pues uno es el responsable. Pero bueno, es muy respetable esos puntos. Y bueno, ahora sí que pues que tenga que ser la verdad o la sanción como tenga que ser, pero es punto y de parte de iguales”.

En una sola declaración, Pitbull dejó claro que la responsabilidad individual no es negociable. Que cada quien es dueño de sus decisiones y sus consecuencias. Sin juicio moral, pero con la contundencia de quien sabe que las caídas no siempre vienen por un gancho al hígado, sino por lo que uno permite fuera del ring.

Así, Isaac “Pitbull” Cruz no solo habló de boxeadores, habló de legado, de transformación y del precio de ser mexicano en un cuadrilátero donde se espera sangre, pero cada vez más se exige inteligencia.

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MGC

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