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“Vi un anuncio chiquito en el periódico que invitaba a las mujeres que querían jugar fútbol. Fui y éramos como 500 mujeres. Fue increíble, no pensaba que la convocatoria sería así. Al final quedamos unas 30”, cuenta Olga Pinto mientras sonríe y hace sonreír a sus compañeras con los recuerdos.
Como una tradición familiar, el autor del anuncio fue Juan Bulnes Salaverry, hijo del ‘Chino’ Bulnes, el hombre que formó el primer equipo femenino en Lima, en 1926, según los datos recolectados del libro “La historia es de ellas, 50 años de fútbol femenino peruano”. “Él era nuestro padre, nos cuidaba mucho”, dice Raquel Antayhua, conocida como ‘La Sotil’, en referencia al gran ‘Cholo’ Sotil, quien hoy atesora las fotos de la época en un álbum personal que lleva a todos lados.

Con permisos exclusivos y la confianza de sus padres porque eran menores de edad, el Combinado de Lima –el equipo no era reconocido por la Federación Peruana de Fútbol– enfrentó en diciembre de 1971, en Lima, a Argentina, que venía de quedar en el cuarto lugar del Mundial de ese año que se jugó en México, pero que hasta el día de hoy no ha sido reconocido por la FIFA. Un mes después, en enero de 1972, el cuadro local hizo una gira en Trujillo para chocar nuevamente con las albicelestes y también con México.
“El profesor Juan se encargó de que tuviéramos todas las comodidades para jugar. La empresa Bata Rímac nos regaló zapatillas para todas y también tuvimos uniformes. Aunque las argentinas y mexicanas jugaban con chimpunes. Pero nosotras éramos felices”, rememora Leonor Ruiz, la portera del equipo.
Fue tanto el éxito de aquella gira que la Federación Mexicana de Fútbol organizó un cuadrangular en diciembre de 1973 en el mítico Estadio Azteca. En el mismo lugar que Pelé y Maradona tocaron el cielo, las Pioneras escribieron también su historia.

“Fue hermoso, realmente hermoso. Ahora que nos juntamos y recordamos, no podemos creer todo lo que vivimos”, dice, con una sonrisa indisimulable, Judith Rodríguez. “Cuando llegamos, había periodistas fuera del hotel esperándonos. Habían hecho muy buena propaganda al partido. Pero también me buscaban porque era prima hermana de un futbolista. Creo que por eso nos atendieron muy bien en el restaurante, nos dieron bufet para todas, ja, ja, ja”, cuenta Hilda Sánchez, hermana de Ana, ambas parte del equipo nacional.
Después de la gira en México donde enfrentaron al seleccionado local, Argentina e Italia, el Combinado de Lima se desintegró. Más allá de los sacrificios de Juan Bulnes Salaverry, la falta de apoyo hizo que todo quedara en gratos recuerdos. “Si hubiéramos seguido, si la FPF nos reconocía y apoyaba, estamos seguras de que podíamos ganar un Mundial. Las mexicanas y argentinas se sorprendían de por qué nunca jugamos un Mundial. Éramos muy buenas”, afirma Olga Pinto.

El presente y futuro
Tuvieron que pasar más de cincuenta años para que las primeras futbolistas peruanas en representar al país se volvieran a juntar. En medio de la pandemia, gracias al esfuerzo de Milagros Loayza Salazar, directora de Mujeres Fútbol Club, y Rina Gamarra, directora de proyectos sociales de DeportVida, las Pioneras se pudieron reencontrar.
“Rina fue la que tuvo esta iniciativa de juntarlas y valorarlas de esta manera. Comenzamos la búsqueda que fue intensa y complicada en un inicio porque ellas querían continuar en el anonimato por los prejuicios, pero logramos convencerlas para que reciban el reconocimiento merecido”, dice Milagros Loayza.
Por otro lado, también gracias a la insistencias de Mario Hernández, hijo de Judith, las Pioneras se pudieron reencontrar. “Mi madre siempre me comentó sobre su etapa de futbolista, pero algo leve. Luego vi que las estaban juntando y la convencí porque al principio ella no quería por los prejuicios que siempre hay, pero yo siempre le recalco lo orgulloso que me siento de que haya representado al Perú”, cuenta Mario.
“Para mí, fue una sorpresa todo esto. Una sobrina vio la foto de las Pioneras y ahí estaba mi mamá. Me emocioné y hasta ahora lo estoy porque mi madre es una gran mujer, mi motor, entonces es felicidad pura que ella tenga ese reconocimiento junto a sus amigas”, señala María Shimabuko, hija de Leonor.
1. Raquel Antayhua Motta
2. Norma Quiñones Sáenz
3. Norma Vernal Paniagua
4. Rosario Constantino Montejo
5. Hilda Sánchez Ramos
6. Ana María Sánchez Ramos
7. Judith Rodríguez Rincón
8. Beatriz Molina Espinoza
9. Olga Pinto Aguirre
10. Zoila León Mérida
11. Leonor Ruiz Nuñez
12. Nelly Sánchez
El trabajo de Milagros y Rina ha dado sus frutos. El proyecto Pioneras Peruanas busca dar el reconocimiento y valor que se merecen las primeras futbolistas que llevaron la bandera peruana al extranjero. Ya han sido homenajeadas por el Ministerio de la Mujer y la Federación Peruana de Fútbol. Además, el club Alianza Lima, a través de Sisy Quiroz, jefa del equipo femenino, les ha abierto las puertas del estadio –sea en Matute o en Villa El Salvador– cada vez que jueguen de local. Ellas son y serán siempre las invitadas especiales. Hay, incluso, la intención de realizar un documental.
“Queremos que el fútbol femenino en el Perú siga mejorando”, dice Olga Pinto, quien tiene a su nieta jugando en la ‘U’. Ella y las Pioneras fueron el inicio de una historia que continúa en su legado. Son las madres del fútbol femenino en el Perú.
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