LEE: “Si Oblitas se irá a la tumba con la chapa de ‘Cholo Terco’, Fossati podría ser ‘Nonno Terco’”: Ortiz Bisso y una radiografía de la filosofía que encamina a la ‘U’ a un nuevo título
A Jorge Fossati le dijeron terco. Le dijeron que su sistema estaba pasado de moda. Que el 3-5-2 era un capricho anacrónico que ya no resistía el vértigo del fútbol moderno. Le dijeron antiguo. En el 2023 sin embargo dio una lección en tiempo real de cómo conducir un equipo y domarlo hasta convertirlo en el reflejo preciso de su visión del juego.
¡Gracias por suscribirte a Íntimo Sentido!
Tu inscripción ha sido confirmada. Recibirás nuestro newsletter en tu correo electrónico. ¡Esperamos que disfrutes del contenido!
Lamentamos verte partir.
Tu suscripción ha sido cancelada y ya no recibirás más nuestro newsletter en tu correo electrónico. Si cambias de opinión, siempre serás bienvenido de nuevo.
¡Gracias por habernos acompañado!
Newsletter exclusivo para suscriptores
Hizo a la ‘U’ campeón con línea de tres y récords de equipo memorable tanto de local como de visita. Convirtió la crisis es una oportunidad para reavivar la tradicional garra con un estilo agresivo, de posesión, vértigo y contundencia en ataque. Lo hizo pese a las limitaciones, pese a los rumores de que se había quedado en el tiempo. Fue terco porque no vino para gustar, sino para ganar.
Y su equipo lo entendió.
Un año después, tras la partida de Fabián Bustos, el ‘Nonno’ volvió al equipo de Ate con la misma dinámica. Con la misma crítica respirándole en la nunca y valiéndose de un bache de malos resultados para cuestionar su liderazgo y poner en tela de juicio -otra vez- su vigencia.
Así como en el 2023 supo mostrar un libreto claro y el proceso mejoró a varios de sus dirigidos, en este Apertura 2025 el ‘Nonno’ encontró la fórmula para germinar en el equipo ese mismo hambre que los llevó a alcanzar un título luego de nueve años en noviembre del 2023. Ya con una base sólida elaborada por él y afinada por Bustos, Fossati mantuvo la idea y -salvo necesidades puntuales y experimentos minúsculos en el inicio-, patentó un once aguerrido, letal y asfixiante para cualquier rival, sea de visita o de local. Las victorias épicas en Cusco o Ayacucho son la mejor evidencia.
La misma terquedad que le costó la cabeza en la selección, donde no hay tiempo para ser fiel a los conceptos y padeció frente a la carencia de jugadores, en la ‘U’ le sirvió para creer con convicción en el único camino certero para convertir al equipo por cuarta vez consecutiva en ganador de un torneo corto en el fútbol peruano.
No es poca cosa.
Es mucho. Pero todavía no alcanza. El proceso va viento en popa y el tricampeonato parece más cercano. Sin embargo el tiempo para celebrar es corto. En unos días empieza el Clausura y también vuelve la Copa Libertadores, quizá la prueba máxima para revelar la madurez y crecimiento de este equipo del ‘Nonno’.
El rival es el más difícil, el temido Palmeiras. Las posibilidades de la ‘U’ son mínimas, pero más allá del resultado entusiasma el modo: cómo es que este equipo puede enfrentar una llave de dos partidos en el que tendrá mucho en contra y deberá ser minucioso en cada decisión.
Sabio, Fossati se ha ganado ya el derecho de aferrarse a sus convicciones. Para eso ya trajo a Anderson Santamaría y a Jesús Castillo. La ‘U’ se arma de atrás hacia adelante. Ha funcionado y sigue siendo la clave de este éxito colosal que, en el medio peruano, no conoce rival que le resista.
***
¡Tu pasión merece ser premiada! Accede a contenido exclusivo, sorteos, premios y más con la Suscripción del Hincha. Da click aquí para ingresar.
